BIOGRAFÍA.
Sebastián Santos Rojas nace
en Higuera de la Sierra un 4 de noviembre de 1895, el pequeño de doce hermanos.
Los primeros años de su vida transcurren felices a pesar de las dificultades
económicas que padece la familia.
Realiza sus primeros estudios en la escuela local aprovechando cuantas oportunidades se le brindan para
escapar de su sujeción y curiosear en la exuberante naturaleza que le rodea,
descubriendo el barro en las callejas del pueblo, materia que será muy
apreciada para hacer sus figuritas que modela con sólo ocho años, sin la
aprobación de sus padres. Sus fuentes de inspiración serán la misma naturaleza,
los animales y la iconografía de su iglesia parroquial, fundamentalmente la
Inmaculada y San José. Los Sres. De Girón Ordóñez se interesan por Sebastián y
su afición artística y le costean su traslado a Sevilla y la estancia en el
internado de los Salesianos de la capital durante el curso 1907-1908. Terminada
la ayuda Sebastián vuelve al pueblo y con trece años de edad ayuda a su padre
en tareas de albañilería y en el cuidado de cabras en una modesta finca de la
familia. La tarea de pastor le permite disponer de tiempo para seguir
modelando, tomando como modelo los animales que cuida. Al morir su madre en
1912 y su padre al año siguiente se origina el desmembramiento de la familia y
Sebastián se ve obligado a trasladarse a El Pedroso en 1914, bajo la tutela de
unos tíos, permaneciendo cuatro años desempeñando duros trabajos en la
explotación de sus tíos. En 1918 se encuentra en Sevilla, llamado al servicio
militar y decide no volver a El Pedroso y buscarse la vida en la ciudad,
período difícil para el joven que se ve obligado a trabajar de portero, de
ayudante en los talleres de cerámica Montalván y posteriormente en los de Pedro
Navia. Cuando finaliza su horario de trabajo asiste a clase en la Escuela
Industrial de Artes y Oficios y Bellas Artes de Sevilla. Colabora en el estudio
del escultor Delgado Braquenbury. En el año 1929 instalada su estudio y vivienda en una casa de
la calle Castellar, donde comienza a recibir encargos. Contrae matrimonio con
Francisca Calero en 1933 y vendrán al mundo cuatro hijos, instalándose en la
calle Santiago donde realizará la mayor parte de su extensa obra. La fuerte
demanda de trabajo hace que se rodee de todo un equipo de colaboradores. De su
taller saldrán importantes obras y su renombre se irá extendiendo por toda
Andalucía, por España y el extranjero. Trabajó hasta los últimos días y
descansó en la paz del Señor el 16 de Julio de 1977.